5 lecciones para gestionar un proyecto (a partir de la derrota de la Armada Invencible)
Publicado el 8 de septiembre del 20091.- Protege bien tu idea
El capitán Drake, terror de los barcos españoles en la época de Felipe II, atacó los astilleros donde España preparaba los barcos de la que sería la Armada Invencible. Destruyó todo lo que habían realizado, y hubieron de recomenzar de cero, pero esta vez con más prisa.
Es importante proteger el plan de posibles enemigos, competencia, etc… Un buen plan puede fracasar por no haberlo protegido suficientemente.
2.- Elige al líder adecuado
Cuando murío el Marqués de Santa Cruz, Felipe II escogió al Duque de Medina-Sidonia para sustituirle. Tan mala fue su elección, que el propio duque envió una carta al Rey pidiéndole que le retirara el encargo, carta que los ayudantes del Rey nunca entregaron al destinatario.
El Duque era un hombre respetado, pero no sabía nada del mar, de la navegación, y menos de combates navales. Su elección fue tal vez la peor que tomó el Rey, y provocó un desastre. No elegir a la persona adecuada es malo, pero elegir una persona equivocada es fatal. Si no estás seguro de a quién estás escogiendo como líder, mejor olvídate.
3.- Escoge bien el material necesario
Los barcos de la Armada se armaron deprisa y corriendo. Hasta el punto de que se han hallado pecios hundidos durante la batalla cuyas balas de cañón estaban intactas. ¿Por qué? Porque eran balas… para cañones distintos a los que el barco transportaba.
Un plan puede ser fascinante, pero un pequeño error al escoger el material, o una pequeña descoordinación en el equipo puede llevar al traste una buena idea. Los pequeños detalles, como en este caso, pueden significar muchísimo.
4.- Cuida la comunicación entre las personas involucradas
Semanas después de que la Armada comenzara a desangrarse junto a las costas inglesas esperando a que las tropas de Flandes llegaran, el Duque de Medina-Sidonia recibió una carta de Flandes. Acababan de recibir su primer mensaje, con dos meses de retraso, por lo que las tropas de Flandes ni siquiera habían comenzado los preparativos para partir. De hecho, no llegaron nunca a encontrarse con la Armada Invencible, cuyos pocos barcos supervivientes llegaron a duras penas a España semanas más tarde. Si Medina-Sidonia no hubiese contado con Flandes, seguramente Inglaterra habría sido conquistada. Pero estuvo dos meses esperando a un ejército que ni siquiera sabía que le esperaban.
La comunicación es vital siempre. Incluso con temas que puede resolver uno mismo, es importante informar al resto del equipo para que estén el corriente. Sin comunicación no hay equipo. Hoy hay más medios que nunca para avisar de cada punto del proyecto, lo que sale y lo que no, lo que falta y lo que se aplaza. La comunicación, horizontal y vertical, es la espina dorsal de cualquier equipo.
5.- Aprovecha las oportunidades:
Al comienzo de las hostilidades, la Armada llegó cerca del puerto de Plymouth. Allí se hallaba atrapada la flota inglesa, incapaz de zarpar por falta de tiempo y por el estado del mar. Si los españoles hubiesen enviado un par de barcos en llamas contra el puerto (estrategia muy utilizada entonces), la invasión de Inglaterra hubiese sido pan comido. Pero los comandantes, empecinados en seguir las órdenes del Monarca de esperar a las tropas de Flandes antes de atacar, no quisieron hacer nada. Cuando el mar se calmó, la tropa inglesa zarpó y… lo demás es historia.
Un plan y una estrategia no son de piedra, no hay por qué seguirlos a rajatabla si las condiciones en las que han sido diseñados cambian, o surgen imprevistos que facilitan los objetivos o ponen en peligro el proyecto. Si hay oportunidades, aprovéchalas: lo importante es alcanzar los objetivos. Los programas, el plan o las estrategias son sólo herramientas para alcanzarlos. Pero si de pronto aparece un camino más corto, ¿por qué no tomarlo?
Espero no haber metido ningún gazapo histórico. Escribo de memoria. Lo importante eran las moralejas.