La burbuja discográfica
Publicado el 28 de mayo del 2009Las discográficas han vivido una especie de ‘burbuja’, como la de las inmobiliarias o la de las puntocom. Su punto álgido fue representado por Mr. Branson, de Virgin, que a partir de una discográfica montó un imperio impresionante. Y ha reventado por su propio peso, no por culpa de la piratería. Los buenos grupos musicales siguen vendiendo: ahí están Amaral, Amaia Montero, La Oreja…, y un larguísimo etcétera de grupos que venden, y bien. Es obvio que no venden tanto como antes, pero es que antes era más fácil comprar un cd que piratearlo. Ése es el nuevo mercado al que no se quieren enfrentar los productores, en el que un disco no debe costar 16€, sino 2€, a lo sumo, y en el que una niña bonita o famosa canta un estribillo pegadizo y vende millones de discos. Eso se acabó. Nanay.
Si compras cds piratas acabarás con las música, dice un slogan antipiratería. En realidad, con lo que acabarás será con la mala música. Por tanto, ¡piratea!
Antes la gente compraba un cd sólo porque le gustaba una canción. Pero eso ya es historia: las grupos que tienen una cancioncilla buena en un disco pésimo o mediocre, símplemente no van a tener hueco en el mercado discográfico. Quienes vendan serán los que tengan buenos discos, y eso repercutirá positivamente en ‘la música’ en sí misma.
Hoy ya no se vende cualquier piso, ha estallado la burbuja; tampoco se venderá cualquier disco. También ha estallado su burbuja.