¿El siguiente paso de Internet?

Puede que sea la Web 3.0, o la 4.0, quien sabe. Pero es algo que acabará ocurriendo: Internet, o una buena parte de él, irá siendo cada vez menos anónimo y menos gratuito. No porque nadie lo imponga, sino por su propia evolución. La razón es sencilla: la inmensa mayoría de las grandes webs obtienen ingresos de la publicidad (más visitas, más ingresos). Sin embargo, a medida que se vayan implementando nuevos modelos de negocio, el anonimato dejará de ser posible, ya que la empresa necesitará conocer tus datos, tu información de contacto, tu información bancaria, etc. Hoy he leído dos cosas que me han hecho pensa sobre esto.

Registros de usuario ‘serios’

Desde la web de MarioConde.org puedes acceder a su registro de usuario para leer los artículos completos (aunque curiosamente desde el lector de Feeds, o al menos desde GReader puedes leer el artículo completo, ¿error o intencionado?). Al principio todo parece normal, hasta que te solicita tu número de DNI, telefono, dirección y ¡una fotocopia del DNI! Sólo al registrar mi empresa en Infojobs me había encontrado algo así. La web dice, muy bien, foro de debate, pero aquí, como en el MundoReal, quien dice algo es responsable de sus palabras. Esto dota a la web de una grandísima fiabilidad y prestigio. Como me interesan mucho los temas políticos y sobre todo económicos, no he dudado en registrarme. Aún estoy esperando la revisión de la solicitud. ¿Qué es mejor, un foro de 100,000 usuarios en el que no sabes si quien dice algo es un lego en la materia o un doctorado o uno de 5,000 en el que sabes quién dice cada cosa y puedes buscar información sobre él y contrastar sus afirmaciones?

Mininova y la fuerza del mercado libre

Una compañía quiso comprar Mininova para convertirla en una web de pago por contenidos. Iba a pagar hasta 20 millones, y quería crear una red comprando varios portales de torrents. Pero no lo llevó a cabo, porque Mininova tuvo un juicio con las entidades de gestión de derechos y lo perdió, y eso acabó con la venta. Si no se hubiera presentado una demanda, esta compañía habría ideado un modelo de negocio interesante de pago por contenidos, que habría repercutido positivamente en su mercado, sin que las SGAE’s hubiesen movido un solo dedo. En cambio, han preferido pelear y lanzar piedras a su propio tejado. Consecuencia: habrá que seguir esperando a que alguien diseñe un modelo de negocio que sustituya la piratería. Mientras tanto, los usuarios de mininova han tardado en encontrar sustituto a Mininova en 0,14 segundos (lo que cuesta en Google buscar el término ‘torrent’). El libre mercado acaba arreglando muchos de estos problemas. Pero hay que dejar actuar a la libre iniciativa, y saber adaptarse a los nuevos tiempos.