Estrategias 2.0 en la Universidad

Publicado el 25 de abril del 2011

Universidad TwitterEl siguiente artículo es un texto de Belén Álvarez, estudiante de la Universidad de Cantabria, para SocialPymes, en el que cuenta cómo han implantado, gracias a su profesor, un sistema 2.0 basado en la nube para elaborar, desarrollar, sintetizar y conservar los conocimientos acumulados a lo largo del curso. Un valioso ejemplo de cómo cualquier ambiente es susceptible de mejorar utilizando herramientas 2.0 de la forma adecuada, en su caso Google Docs, Twitter y Blogger. Y todo dentro de un particular sistema de enseñanza del que los alumnos aseguran estar sacando mucho provecho. [Nota: lo resaltado en negrita es mío].

José Luis García González es profesor de Didáctica General en la Universidad de Cantabria, en la Facultad de Educación. Cuando comenzó a dar clase al grupo de 2º de Magisterio de Educación Primaria, sus métodos sorprendieron a más de un alumno.
En primer lugar, él no imparte las clases, ni siquiera está subido en la tarima: se sitúa entre los alumnos. Los temas los imparten los propios estudiantes, organizados en grupos de tres personas. Para ello, los alumnos investigan, elaboran y exponen cada tema en clase con ayuda de una presentación de diapositivas que han creado previamente. Esa presentación la confeccionan los tres miembros del grupo colaborativamente utilizando una herramienta online como es Google Docs. Todo lo que se tenga que hablar se comenta en el chat, o incluso hacemos una “ensalada de ideas” previa, mediante las facilidades online que ofrece el procesador de texto de Google Docs, donde escribimos todo lo que creemos que debe tratarse.

Google Docs en la Universidad

Esta dinámica se sigue dos de los tres días semanales de la asignatura, el tercero es el día de los “debates”. Un grupo (o un alumno, si quiere hacerlo de manera individual) selecciona un artículo en inglés que tenga que ver con pedagogía, didáctica, estrategias de aprendizaje, etc. Lo trabaja, reflexiona sobre su contenido, elabora una presentación de diapositivas y lo expone ese día. Además, piensa unas preguntas que generen debate entre los alumnos. Así es como nos hemos familiarizado un poco más con el idioma inglés, y también como hemos debatido y reflexionado sobre temas de gran interés para nuestro futuro como maestros: ¿Facebook como medio de enseñanza-aprendizaje?, ¿eliminar la fragmentación en asignaturas del horario escolar?, ¿los criterios de evaluación actuales son realmente eficaces?, ¿hay que exigir lo mismo a todos los alumnos?, y un largo etcétera propiciado por la inmensidad de artículos en Internet, que expertos en educación y en las tecnologías de la información y la comunicación publican constantemente.

Twitter para sintetizar y agrupar conocimientos

Puede parecer que todo lo novedoso en el modus operandi es lo ya comentado hasta ahora, pero aún hay más. Mientras los grupos explican y hablan sobre el tema, el resto de alumnos, sentados, lejos de escuchar pasivamente, tienen su portátil encendido y su cuenta de Twitter abierta. No, no es para distraerse. Muy al contrario: estamos con los cinco sentidos, escuchando y procesando la información que nos llega de nuestros compañeros, realizando una labor de síntesis para publicar los mensajes clave, las ideas esenciales, en menos de 140 caracteres (como exige Twitter).
Para cada tema, se ha creado una sala en Twitter; por ejemplo, la sala (hashtag, ndr) #estea para hablar de estrategias de aprendizaje. Así, cuando se acabe la clase y queramos revisar el tema tratado, bastará con entrar en esa sala y leer las ideas sintetizadas.

El Blog de la asignatura

¿Qué hacer con esta información almacenada en las salas? Esto tiene, como mínimo, una doble función: en primer lugar, los alumnos que, por la razón que sea, no pueden asistir a clase, pueden seguirla simultáneamente junto al resto de sus compañeros, simplemente estando conectados a Twitter. Si en algún momento, uno de estos alumnos no presentes quisiera participar, solo tendría que escribir un mensaje en mayúsculas y alguno de sus compañeros en clase que disponga de portátil lo compartirá con el resto del grupo, contestando a su pregunta o debatiendo virtualmente con él. En segundo lugar, los alumnos pueden hacer una síntesis de todos los tuits sobre el tema, y colgarla a modo de comentario en el blog de la asignatura (http://nnttunican.blogspot.com), donde el profesor ha creado una entrada para cada tema tratado. Esa aportación al blog, aunque voluntaria, es positiva para nuestra evaluación, si la hacemos.

Aparte de esto, Twitter es el medio mediante el cual la relación con el profesor es más fluida; en Twitter el profesor nos anuncia cambios, ideas, nos propone artículos en inglés y nos avisa de encuestas colgadas en el blog (propuestas generalmente por los alumnos). Twitter también estrecha lazos entre los compañeros: se comparten links, nos felicitamos unos a otros por las buenas exposiciones, se proponen ideas… En definitiva, los alumnos son realmente activos, y el maestro cumple el papel de guía, de monitor de toda esta experiencia.

A partir de ahora, cuando menos, nos pararemos a considerar otras opciones y las sopesaremos con una mentalidad más abierta, pensando en lo que nos pueden aportar las TIC a nosotros como alumnos y a nuestros futuros alumnos, cuando seamos ya docentes.

Si en un principio no esperábamos tanta novedad, ahora que ya hemos comprendido la dinámica y la metodología que hay detrás de esta forma de enfocar la clase, también estamos descubriendo el potencial educativo de todas las herramientas que utilizamos. Nuestra idea de cómo dar una clase ha cambiado radicalmente. A partir de ahora, cuando menos, nos pararemos a considerar otras opciones y las sopesaremos con una mentalidad más abierta, pensando en lo que nos pueden aportar las TIC a nosotros como alumnos y a nuestros futuros alumnos, cuando seamos ya docentes.

Artículo invitado, redactado por Belén Álvarez, alumna de la Universidad de Cantabria