Los huevos de la Ministra

Publicado el 11 de enero del 2010

Algo está haciendo mal la Ministra de Cultura si lo único que ha hecho de relativa importancia lo está haciendo tan mal. Es el clásico ejemplo de poner todos los huevos en la misma cesta. Como se te caiga, perderás todos los huevos…

Hablo, obviamente, de la capacidad política de la Ministra, cuyo único mérito para el puesto ha sido su consanguineidad con ciertas personas y su amistad con otras, que han obviado una experiencia profesional que habría cerrado las puertas de la vida política a cualquier otro personaje. Desde su polémica llegada a la cartera de Cultura,  Internet se ha revolucionado por su parcialidad frente a los cometidos a los que iba a enfrentarse, que se han visto verificados con creces en el proceso de elaboración de la llamada Ley Sinde. El gran avance de esta ley es que ha roto el «prejuicio» que teníamos los españoles sobre el hecho de que las condenas debía emitirlas un Juez como representante del poder judicial. Nada de eso: si tienes el poder suficiente para manejar al Gobierno, cualquiera puede hacerlo.

La causa de todo este sinsentido es un Gobierno sin apoyo popular que debe recompensar a los pocos que aún le apoyan (que cada vez son menos), una Ministra sin capacidad política y absolutamente parcial, y una industria que quiere obligar a la gente a comprar sus productos a golpe de ley aunque sean una bazofia del siglo pasado.

¡Si es que los hay que tienen unos cojones huevos…!