Un buen amigo tuvo a bien grabar la charla que dí en ESIC sobre Comercio Electrónico en el sector de la alimentación. Tal y como está el patio, centré la charla en Amazon, y cómo está trabajando para devorar el carrito de la compra, y llevarse así el gran pastel del ecommerce que está aún por repartirse. Además, dí algunos consejos sobre cómo hacer frente a Amazon que aunque están pensados para ese sector en concreto en su mayoría pueden extrapolarse a otros sectores. Compartí escenario y aprendí de Manuel Torres, Director Comercial de Eboca, y Víctor Sancho, Director de Operaciones y Ventas de La Mafia se sienta a la mesa.
El low cost está por todas partes. Ya tenemos ropa low cost, muebles low cost, teléfonos low cost, viajes low cost… Tenemos el low cost metido hasta el tuétano. Los grandes retailers de hoy son los que ofrecen el producto más barato: IKEA, Decathlon, Primark… También empresas españolas (Mercadona y su ‘siempre precios bajos’, etc) se suman a esta carrera por ofrecer el menor precio posible, aunque sea a costa de limitar la oferta o de cobrar por cosas que siempre se habían regalado. Lo único que nos hace alejarnos del low cost son las marcas: solo a cambio de llevar un grotesco caballo gigante en nuestro polo somos capaces de gastarnos dinero en algo que no sea lo más barato, solo salimos del low cost para que el resto del mundo crea que no compramos low cost. ¿Vivimos en un mundo low cost? Es curioso que las 2 mayores empresas del mundo por capitalización bursátil tienen modelos de negocio radicalmente diferentes: mientras que el principal producto de Google es un buscador gratuito, Apple comercializa el producto más caro de su segmento, el iPhone, que soporta la mayor parte de los ingresos de la compañía. Apple mantiene una parte pequeña pero importante del mercado de smartphones (cerca del 15%) siendo uno de los dispositivos más caros de adquirir. Es un logro envidiable para cualquier empresa. Google, por su parte, basa su valor en su escala (cerca del 85% de los smartphones del mundo usan Android y su buscador es el más utilizado del mundo), gracias a ofrecerlo de forma…
Conforme la crisis sigue demostrando que está aquí para quedarse y que no es sino un nuevo entorno que hay que asumir, muchos jóvenes deciden auto emplearse, o emprender, que viene a ser lo mismo. Unos tendrán un autoempleo, otros una pequeña empresa, y alguno logrará montar una gran empresa. Pero lo que está claro es que la salida del paro del 50% entre los jóvenes pasa por el autoempleo. Más freelancers, sí. Es lo que hay. Por eso quiero compartir uno de los mayores errores (pero no el único) que cometí con mi primera empresa, entre 2005 y 2009: una política de establecimiento de precios bastante estúpida. Se basaba en 2 ideas que, por lo que luego he visto, piensan también otros muchos jóvenes españoles que quieren buscarse la vida por su cuenta: Si cobro mucho, aunque sea lo que cuesta, perderé al cliente. Si cobro demasiado, al cliente le saldrá más rentable contratar a un empleado. Estas ideas, como podréis imaginar, te condenan irremediablemente a la miseria empresarial. Eran tiempos de vacas gordas, y ganábamos mucho dinero, y no nos dábamos cuenta de que, con este planteamiento, estábamos dejando de ganar muchísimo más dinero, que habríamos podido invertir en más fuerza comercial, más plantilla y en definitiva, más crecimiento. En lugar de eso, vivíamos bien y no nos preocupaba que la empresa no creciera. Cuando el mundo descubrió que las vacas no eran tan gordas como se creía, nosotros fuimos de los primeros que tuvieron que echar el…
La aparición de los medios sociales ha supuesto sin duda un cambio radical para las páginas web corporativas. Cuando apenas habían empezado a incorporar elementos sociales a sus sitios, llegaron las grandes redes sociales que atrajeron como imanes la atención de los usuarios. Y, de pronto, crear una comunidad en una plataforma propia en torno a tu marca exigía muchísimos recursos y ofrecía muy poco retorno. Hoy ya es mucho más fácil emplear las propias redes sociales para crear allí tu comunidad. Y entonces, ¿qué pasa con los sitios web de tu marca? ¿Murieron? No, no sólo no murieron, sino que cada vez adquieren más importancia, conforme los usuarios se acostumbran a buscar la información siempre en internet y se vuelven más exigentes con la información que consumen y con el formato en que se presenta. Lo que sí es cierto es que los sitios corporativos deben adaptarse a los medios sociales, conectándose con ellos para hacer que los usuarios puedan interactuar de la forma más sencilla posible. Por eso, te presento aquí 8 claves fundamentales que debe tener tu sitio corporativo para adaptarlo al usuario actual, que es muy diferente al de hace unos años. 1 | Diseño Del mismo modo que evoluciona el diseño de vehículos, de ropa o de logotipos, también el diseño web cambia continuamente, a veces influido por el mundo offline y a veces a causa de formatos que se hacen populares por su efectividad o por la simple costumbre del usuario. Hoy estamos acostumbrados a…
La aparición de herramientas como Flipboard, Pulse o el reciente Google Currents han dejado en evidencia cómo los contenidos cada vez se consumen menos desde su lugar de origen (sitio web, blog o incluso redes sociales) y más desde aplicaciones o plataformas de terceros, cuyo diseño y maquetación quedan en gran parte fuera de nuestro control. Han creado una nueva dimensión de lectura en la que, a través de los feeds, brindan al público en general una experiencia de usuario que combina la extraordinaria eficacia de los RSS con una maquetación y formato de contenido que atrae al público masivo. Han logrado que el contenido sindicado, extrañamente relegado a un segundo plano, llegue por fin al consumidor de contenidos medio. Por ponerte un ejemplo, según datos de Flipboard, la principal herramienta de este tipo y mejor aplicación para iPad en 2010 según Apple, 1 de cada 10 iPads tiene esta aplicación instalada. Por este motivo, el feed RSS está cobrando una renovada importancia. La pregunta clave es: si mis lectores van a empezar a leerme desde una plataforma que emplea mi feed para mostrar el contenido, ¿cómo puedo asegurarme de que se mostrará correctamente y de la mejor forma posible? 1. Contenido parcial o contenido completo Una de las primeras cosas que debemos hacer para garantizar una buena lectura de nuestros contenidos es asegurarnos de que nuestro feed muestra el contenido del artículo completo. Poner sólo una introducción al artículo obligando al lector a acceder al sitio para leerlo completo (con…
Las licencias Creative Commons llevan en circulación desde 2001, y desde 1998 bajo otro nombre (el de Copyright Commons). Su objetivo es permitir a los autores establecer una serie de usos que cualquier persona puede hacer de sus contenidos. Existen diferentes niveles de permisos, desde la licencia que permite cualquier uso de una obra siempre y cuando se mencione al autor, a la más restrictiva, que permite el uso no comercial, citando al autor y sin modificar la obra de ningún modo, con cuatro niveles intermedios. Son plenamente legales en España. En un entorno 2.0 en el que el contenido es el rey, las empresas, y en particular los departamentos de Comunicación generan cada día más contenidos en blogs, páginas corporativas, redes sociales, microsites… y en diversos formatos, como texto, vídeo, audio, imagen o presentaciones de dispositivas. Lo que buscan las empresas es repercusión, pero ¿qué sentido tiene «atar» nuestro contenido a nuestra página e impedir que se disperse por la red si lo que queremos es que llegue al mayor número de personas posible? Ya es difícil atraer tráfico a tu sitio, ¿no es mejor liberar el contenido para que cualquiera pueda ayudarte a darle más difusión? [pullquote style=»right» quote=»dark»] No sólo no pierdes tu contenido, sino que abres la puerta a que muchos más soportes puedan darle visibilidad y aumentar los beneficios que te aporta ese contenido que tanto esfuerzo te ha costado elaborar.[/pullquote] Si vas, por ejemplo a nestle-tv.es y te gusta un vídeo, lo siento, no puedes ponerlo en tu blog. Sus…
Se está hablando mucho sobre el futuro de Internet, Wired nos sorprendía ayer con un tenebroso «La Web ha muerto«, y las reacciones no se han hecho esperar. Este análisis de Julio Alonso vale la pena leerlo para ver dicho artículo con otros ojos. Mi primera reacción fue pensar en que este panorama, aunque es cierto pero está intencionadamente tergiversado en el artículo, iba a cambiar radicalmente con la llegada de ChomiumOS de Google. Hoy leo también alguna review sobre Jolicloud, un OS que saca el máximo provecho de la tecnología ‘en la nube’ pero al que nos costará acostumbrarnos. También estamos a la espera de que Google saque ChromiumOS. Pero, ¿qué implicaciones puede tener este tipo de Sistemas Operativos? Significan el fin de diseño de software para distintas plataformas como Windows o Mac: los programas ya no deben ser compatibles más que con la web, y eso es genial. Se acabó «Soft 1.0 para Mac» y «Soft 1.0 para Windows Vista y 7». Ahora será «Soft 1.0», compatible con todo… Aportan ubicuidad: mi información no está en un ordenador concreto, ni siquiera en un pen-drive, sino que la tengo ‘en la nube’. Puedo acceder a ella desde cualquier ordenador o smartphone del mundo. Además, ‘en la nube’ implica redundancia. Perder mis datos es realmente difícil… Permiten que nuestros dispositivos de sobremesa, portátiles o móviles no requieran tanta potencia, los OS se reducen de tamaño y la potencia que exigen las aplicaciones se desarrolla en los servidores. Esto nos permite…
Ante la inclusión en el Proyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que: Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
El año pasado no ocurrió porque no se avisó con tiempo. Este año, todos sabemos que va a nevar mucho, y nos interesamos por el estado de las carreteras. Y cuando una página anticuada recibe una avalancha de visitas… revienta. ¡Si ya lo decía yo, que una página así no podía llegar muy lejos…! (https://www.gabrielmora.com/2009/06/dgt-es-un-portal-web-de-los-de-antes/)
Hay dos cosas en Internet que odio, y creo que odiamos todos: el primero son los anuncios (desconozco su nombre técnico) que ocupan toda la pantalla nada más acceder a la página, como el de la portada del mundo.es. Accedes a una página de una Web que trabaja a destajo para tener la última exclusiva y haces perder 5 segundos a cada visitante para buscar el botón de cierre, cerrar y esperar a que el bendito anuncio se cierre, que encima le cuesta lo suyo… Lo segundo son los SnapShots: esos cartelitos que a pasar por un enlace te dejan ver la página de destino. Siempre que me he encontrado con estos bichos infernales ha sido para odiarlos. A la velocidad a la que nos movemos hoy en Internet es más rentable hacer click en el enlace y volver atrás que ponerse a mirar en el micro-thumbnail la página a la que iríamos de hacer click. El problema es que entras en una web y te pones a leer. Y resulta que al mover un poco el ratón… ¡Zam! te empiezan a saltar los cuadraditos de SnapShots, hasta que arrinconas el puntero en una esquina para intentar leer a gusto la página. Y siempre que me encuentro con una de estas dos cosas, pienso ¡debería escribir un post sobre esta basura! Así que aquí está…
Esta es la que Enrique Dans ha denominado esta mañana como «Lista de Sinde». No se sienten representantes de nadie. Sólo elaboraron un Manifiesto, y la Ministra de Cultura se ha querido reunir con ellos. Y si hubiera tenido que elegir representantes, hubieran sido estos, casi con seguridad. El orden es el que me va viniendo (creo que me falta uno, ¿alguien sabe quién es?). Ahí va:
Posiblemente estamos asistiendo a la última revolución de Internet. Creo que será más revolucionaria que lo que han sido las redes sociales, aunque ambos fenómenos estén íntimamente unidos a causa de Twitter. El otro día volviendo a ver viejos capítulos de ‘El Príncipe de Bel Air’ </nostalgic> Megavideo comenzó a ir más lento de lo habitual. Llamé a mi proveedor de ADSL que me confirmó que mi conexión iba bien, así que busqué en Google «Megavideo me va lento» e hice algo que aún no había hecho: abrir la pestaña de opciones y seleccionar ‘Última Semana». ¡Bingo! Revisé los mensajes de las últimas 24h en foros, twitter y blogs y así supe que el problema era de Megavideo. Ayer volvió a funcionar como de costumbre. Ha sido mi primera búsqueda en tiempo real motivada por un problema concreto: no quería bucear entre los miles de resultados de años anteriores en los que Megavideo también había ido lento. Fué mítico…
Ayer oí en la radio que ya se podían pagar multas por Internet. Y pensé, ‘»ya era hora!». Lo peor de pagar una multa es tener que desplazarse hasta los lugares de pago, siempre abarrotados, en horario de trabajo y en el quinto pino. Así que lo del pago de multas por Internet me parece algo obvio: ¡lo que me sorprende es que se hayan dado cuenta tan entrado el siglo XXI! Personalmente creo que el pago por Internet hará aumentar la recaudación sobre todo por el ahorro de costes que suponía la tramitación del embargo de las multas no pagadas, tramitaciones que a veces podían durar dos o tres años… A ver cuándo nos toca ver la web dgt.es en el anverso de las multas, donde dice «puede usted pagar en los siguientes lugares…», que veréis como aún tardará… Así que hoy me he dado un paseo por su web. Es un portal de los de antes, en el peor sentido. En primer lugar, en puesto destacado, el tratamiento de las imágenes es patético, un insulto al usuario. Como diría Enjuto, «se nota el píxel«, pero de una manera increíble. Imágenes sin tratar o pésimamente tratadas, o de bajísima resolución (he llegado a pensar si no estaría viendo la version móvil!!). Gráficamente se descubre que la web ya tiene años. La navegación es fluída, y la usabilidad decente, así que estoy de acuerdo en que no hay que hacer una nueva web cada 2 años, pero al menos conservar bien las páginas,…
Internet es visual. Nos hemos criado con la televisión y el cine, y gran parte de lo que percibimos se basa en la imagen. Los responsables del Márketing y la Publicidad lo tienen claro, pero algunos MMCC digitales, no tanto. Es algo que me molesta cuando navego por ellos. En la portada aparece el titular de una noticia, acompañado por una imagen. Sin embargo, cuando accedes al artículo, resulta que la imagen ha desaparecido. En el artículo, no se han molestado en añadirle una imagen. Y la inmensa mayoría de ellos diseñó su propio CMS, por lo que no es excusa.No se trata de la importancia que pueda tener la imagen para la noticia, que pued ser ninguna, sino de la experiencia del usuario, de su relación con nuestra página, de su satisfacción en la navegación por ella. El problema es que a menudo, la noticia o el tema ni nos va, ni nos viene, pero atraídos por la imagen, accedemos a la noticia, para ver la imagen, a ser posible con mayor tamaño que en la portada. Y no sólo eso, sino que la imagen ni existe. Lo peor es que es algo que no les ostaría nada, y mejoraría considerablemente la experiencia del usuario. Es un ejemplo de cómo muchas veces no se tiene en cuenta la experiencia del usuario en nuestra web, ni sus expectativas. No hay nada peor que ofrecer algo que luego no existe…
Desde el punto de vista sociológico (sociología 2.0), la revuelta popular que se está desarrollando en Menéame es espectacular. El Internet hispanohablante asiste con ojos incrédulos a lo que seguramente será la Toma de la Bastilla Digital, la primera auténtica revolución de una comunidad de usuarios en contra de ésta. Hay mucho que aprender: del mismo modo que la revolución francesa enseñó a nuestros políticos (y reyes) cómo no guiar una sociedad moderna, éste levantamiento consecuencia del conocido como «Ban-Day», o Día del Baneo, nos puede enseñar y nos ha enseñado ya, cómo se inicia una revuelta digital, quién puede capitanearla, por qué se desarrolla, qué fines persigue… Menéame ha sido mucho más que un agregador. Ha sido la comunidad online más claramente definida y más íntimamente cohesionada de las que se han creado en el mundo hispanohablante. ¿Cómo puede una comunidad así rebelarse? Todavía queda mucho por ver, pero estoy convencido de que cuando los vientos dejen de soplar sobre el elefantito rosado, mucha gente investigará alrededor de Menéame para descubrir los mecanismos que hacen explotar así una comunidad de usuarios. __________ ACTUALIZACIÓN 14:57h: Leo en el Blog de Enrique Dans lo siguiente: «Varias personas me han pedido que escribiese sobre lo sucedido ayer en Menéame, pintándolo como una “revuelta de usuarios”, una “toma de La Bastilla digital” o algo así.» Aunque no estoy de acuerdo con su punto de vista (habrá que ver mañana las estadísticas de Menéame hoy), me honra que haya apuntado mi ‘nomenclatura’ del asunto,…