La corrupción en España alcanza niveles alarmantes. No se trata sólo de los casos de corrupción urbanística, cohecho, prevaricación, etc., que afectan de manera generalizada a los grandes partidos: hablamos de corrupción en los mismos fundamentos del sistema. En este contexto se ha asentado la alternancia perpetua de organizaciones políticas aferradas al poder durante décadas (PP, PSOE, CiU…), sin otras opciones más que aquellas necesarias para conseguir sus propios objetivos, sin permeabilidad de nuevas ideas, sin permitir la participación activa de la ciudadanía, asfixiando toda posibilidad de regeneración democrática. La ley electoral ha sido blindada a medida de los grandes partidos al penalizar desmesuradamente la representación de las minorías. A diferencia de otros países con una democracia saludable, nuestros parlamentos no reflejan la diversidad ideológica de la sociedad española.
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Google sale de China pero se mantiene junto a los chinos
Publicado el 22 de marzo del 2010 Leer completoBravo por Google. Sale de China, pero mantiene la posibilidad de acceso a los ciudadanos chinos. Ahora será decisión del gobierno si bloquear completamente o no los contenidos a sus ciudadanos. ¡Bien por Google!
Manifiesto «En defensa de los derechos fundamentales en Internet» – II
Publicado el 19 de marzo del 2010 Leer completoAnte la inclusión en el Proyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que: Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
Vía Menéame me enteré de que Google había incluído a España en los países ‘censores’ de Internet. Que España (y Europa) esté tratando de censurar Internet es grave. Que en una misma lista referente a Derechos Humanos infringidos estén China, España, India, Pakistán, Irán, Myanmar y Etiopía es muy grave. Pero de ahí a que Google ponga a China y España en el mismo cajón va un trecho. Está claro que España debe avanzar mucho en respeto a las libertades en Internet, sobre todo porque las está reduciendo cada vez más, a raíz de la actual Ley de Economía Sostenible, pero el nivel de censura de China, comparado con un pequeño incidente judicial en el que se cerraron dos blogs, hay un trecho. Cada uno en su sitio.
Puede que sea la Web 3.0, o la 4.0, quien sabe. Pero es algo que acabará ocurriendo: Internet o una buena parte de él, irá siendo cada vez menos anónimo y menos gratuito. No porque nadie lo imponga, sino por su propia evolución. Hoy he leído dos cosas que me han hecho pensa sobre esto.
Ayer me sorprendió mucho leer que Google había actualizado sus imágenes de Earth con el ‘después’ del terremoto de Haití, y que seguiría haciéndolo para ayudar a las tareas de rescate. Me parece una iniciativa espléndida, porque la capital debe ser hoy una sábana de escombros, y esto permitirá a los equipos de salvamento de guiarse por las ruinas. A raíz de esto, me he preguntado sobre la capacidad que tiene Google para realizar ese tipo de operaciones: número de satélites, posibilidad de desplazarlos, etc… La pregunta es, ¿cuanto tardaría Google en tomar una imagen nítida de cualquier punto del planeta? ¿Puede, de algún modo, vigilarnos? ¿Si EEUU entrara en guerra con España, (independientemente de los minutos que duraría tal guerra) hasta qué punto podría Google vigilar en tiempo real el movimiento de nuestro ejército y sus dimensiones? Y muy interesante, ¿cuánto tendría que pagarle España para tener la misma información sobre el ejército americano, o cualquier otro? Esta tecnología es obvio que no la ha inventado Google, ya la poseen muchísimos países, pero de cualquier modo me ha hecho pensar. Y eso sí, siempre queda el consuelo de que Google no tiene la bomba atómica… Y muchos países sí.
Algo está haciendo mal la Ministra de Cultura si lo único que ha hecho de relativa importancia lo está haciendo tan mal. Es el clásico ejemplo de poner todos los huevos en la misma cesta. Como se te caiga, perderás todos los huevos… Hablo, obviamente, de la capacidad política de la Ministra, cuyo único mérito para el puesto ha sido su consanguineidad con ciertas personas y su amistad con otras, que han obviado una experiencia profesional que habría cerrado las puertas de la vida política a cualquier otro personaje.
La Francia «neoliberal» de Sarkozy no podía haber caído más bajo. Planea establecer una tasa especial a los gigantes de la Red para pagar a los creadores, básicamente lo mismo que el Gobierno de Zapatero ideó cuando obligó a las Telecos a sostener económicamente la televisión pública con el 0,9% de sus beneficios brutos para que todo el pastel publicitario recayera sobre las televisiones privadas. Si en vez de a Google se hubiese obigado a los centros de discapacitados, por poner un ejemplo, nos parecería injusto, pero como es Google, es Yahoo, es Ebay… entonces sí nos parece justo. La pregunta es, ¿qué tiene que ver Google con la piratería, las descargas ilegales, las ganancias de los creadores y discográficas o el nuevo panorama del mercado musical? Es el robinhoodismo, un nuevo socialismo en el que se roba a los ricos, por muy legítima que sea su riqueza, para dárselo a los «pobres» (léase amigos) que no saben adaptarse a los nuevos mercados. La justicia, hoy por hoy, también se mide con la vara del dinero…
Evolución gráfica de inclusión y repercusión de ‘El Manifiesto’
Publicado el 2 de diciembre del 2009 Leer completoMe he tomado la molestia de satisfacer mi curiosidad con respecto al ‘Manifiesto’ (así, con mayúsculas) al que yo y miles de bloggers miles de bloggers y yo (gracias, Alberto Payo :-)) nos hemos adherido a lo largo de la última noche y el día de hoy. Así que desde las 10:00 de la mañana he recopilado cada tiempo más o menos definido la cantidad de datos que iba ‘chupando’ Google en relación al tema. Y aquí están los resultados: Motor de búsqueda: google.es Términos de búsqueda: «Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet” Opciones de búsqueda: Últimas 24h Link usado: este La primera búsqueda está hecha a las 9:57 (Google había indexado 476 resultados). A las 16:30 ya eran cerca de 32.100. 30.000 nuevos resultados en tan sólo 7 horas. ¡A eso se le llama unanimidad en la Red! Actualizo: A las 17:15 los resultados ya son 65.500 y subiendo aún a toda velocidad. Gráfico de resultados (el eje de categorías no es totalemente regular, pero da una idea).
He escuchado con cierta atención, mientras trabajaba, el Debate sobre el estado de la Nación. Y me ha sorprendido que ninguno de los dos protagonistas, Zapatero y Rajoy, haya hecho mención a la libertad en la Red. Creo que el tema se está tratando con demasiada superficialidad; la posición de Zapatero es clara, ya que en ello va el apoyo de ciertos personajillos de gran influencia y baja estofa, y la de Rajoy, es la de abanderarse como libertador, de vez en cuando, sólo cuando hay muchos ‘bloggers’ atentos a su respuesta. Yo, sin embargo, creo en Internet como herramienta imprescindible para garantizar el crecimiento económico a medio plazo. Y creo que la libertad en la red es un punto clave y esencial para que Internet pueda convertirse precisamente en eso, en garantía de crecimiento. Y estoy convencido, por tanto, en que es un asunto de gran trascendencia, la suficiente como para aparecer en el Debate sobre el Estado de la Nación, en una nación que trata precisamente de buscar u nuevo motor de crecimiento económico. Sin embargo, parece que ninguno de los dos grandes partidos puede ver en la red algo más que un puñado de votos, de una u otra parte. Me uno por tanto a la solicitud de Julio Alonso en Merodeando, sobre el voto en las próximas europeas (artículo aquí). Hay que dejar de votar al PSOE, como muestra de la fuerza de Internet. A esa petición yo añado otra: no votar tampoco al PP, hasta…