Una de las cosas que más me han asombrado a lo largo de mi vida (aunque tengo una lista interminable), y a las que no encontraba solución, era el cómo era posible que el sonido de los violines realizados por Stradivarius no hubiese podido ser igualado nunca más. Con todos los avances de la ciencia (ultrasonidos, análisis químicos…) nadie había logrado descubrir qué era eso que los hacía únicos. Considero que el violín es el instrumento musical por excelencia, tanto por su técnica como por su sonido y creo que no hay instrumento que lo iguale. Hoy, he leído en Menéame que un violín tratado con hongos ha superado una prueba en la que 180 especialistas han elegido su sonido por encima de un Stradivarius. ¿Será la solución del misterio? De cualquier manera, vale la pena echar un vistazo en Wikipedia sobre el tema, ya que parece una historia imposible. Por un Stradivarius se han llegado a pagar 3,5 millones de dólares. Casi nada.