La Francia «neoliberal» de Sarkozy no podía haber caído más bajo. Planea establecer una tasa especial a los gigantes de la Red para pagar a los creadores, básicamente lo mismo que el Gobierno de Zapatero ideó cuando obligó a las Telecos a sostener económicamente la televisión pública con el 0,9% de sus beneficios brutos para que todo el pastel publicitario recayera sobre las televisiones privadas. Si en vez de a Google se hubiese obigado a los centros de discapacitados, por poner un ejemplo, nos parecería injusto, pero como es Google, es Yahoo, es Ebay… entonces sí nos parece justo. La pregunta es, ¿qué tiene que ver Google con la piratería, las descargas ilegales, las ganancias de los creadores y discográficas o el nuevo panorama del mercado musical? Es el robinhoodismo, un nuevo socialismo en el que se roba a los ricos, por muy legítima que sea su riqueza, para dárselo a los «pobres» (léase amigos) que no saben adaptarse a los nuevos mercados. La justicia, hoy por hoy, también se mide con la vara del dinero…